Con la llegada de enero, una nueva tanda de obras protegidas por derechos de autor pasa al dominio público en los Estados Unidos, continuando la tradición anual que comenzó en 2019. Esto permite a las personas publicar, modificar y adaptar estas obras sin necesidad de permisos o pagos de regalías.
Lo más destacado de las obras de 1929 que ahora son de dominio público:
Literatura:
- Adiós a las armas de Ernest Hemingway
- El sonido y la furia de William Faulkner
- Una habitación propia de Virginia Woolf
- La primera traducción al inglés de Sin novedad en el frente de Erich Maria Remarque
- El misterio de las siete esferas de Agatha Christie
Cine:
- On With the Show!, la primera película a color y con sonido completo de Warner Bros.
- Spite Marriage, la última película muda de Buster Keaton
- Primeros filmes sonoros de Alfred Hitchcock y Cecil B. DeMille
Música:
- Clásicos como Singin’ in the Rain y Tiptoe Through the Tulips
Personajes icónicos:
- Mickey Mouse en sus cortos de finales de los años 20, incluyendo el primer corto donde usa guantes blancos y habla.
- The Skeleton Dance, un corto de Silly Symphony de Disney.
- Primeras apariciones de Popeye y Tintín.
El impacto del dominio público
El dominio público sigue siendo un semillero de inspiración para la creación contemporánea. Ejemplos recientes incluyen:
- Wicked, basada en la obra de Gregory Maguire, a su vez inspirada en El Mago de Oz.
- James, de Percival Everett, que reimagina Las aventuras de Huckleberry Finn desde la perspectiva de Jim, un esclavo fugitivo.
Estas obras son un testimonio del valor cultural y artístico de los recursos del dominio público, allanando el camino para nuevas interpretaciones y creaciones.
Más información: Consulta el análisis completo del Center for the Study of the Public Domain de la Universidad de Duke.
